Simulacro de emergencias en Alicante
domingo, 16 de junio de 2013
ALERTA
Actitud
en espera y listos para afrontar de forma positiva, activa y adaptada, a
situación de urgencia o emergencia. Responder adecuadamente a la situación
implica tener una dotación humana y material disponible permanentemente, así
como el correcto funcionamiento de un sistema integrado de comunicación que
sirve de enlace entre el CCU y la unidad operativa:
-Posibilidad
de acceso al sistema por parte del usuario mediante la línea telefónica 112.-Recepción del mensaje de socorro las 24h del día.
-Análisis de la demanda por parte del personal que recibe la llamada.
-Disponibilidad del recurso necesario.
- Disponibilidad de profesionales con los conocimientos y habilidades adecuados.
-Existencia de planes de actuación frente a diferentes situaciones de emergencia.
-Debemos tener el vehículo y el material repuesto y preparado para su uso. Al inicio de cada turno, tendremos que revisar los niveles del vehículo, y liquido refrigerante, aceite, líquido de dirección, frenos, estado de luces, equipos de emergencias, señales acústicas y luminosas.
ALARMA
Puesta
en marcha del equipo de emergencia. Debemos recopilar toda la información
posible para identificar correctamente el lugar del incidente.
-¿Desde donde?
-¿Teléfono de
contacto?
-¿Qué ocurre?
-¿En que lugar
exacto?
-Nº de victimas
-Peligros
sobreañadidos-Niños implicados
-Vía interrumpida
-¿Están otras implicadas?
-¿Puedo volver a localizarle si es preciso?
-Salida inmediata del recurso pertinente que se desplace asta el lugar. Duración del proceso 3 min aproximadamente.
APROXIMACIÓN
De camino al lugar:
Haremos
uso de las señales luminosas siempre que estemos activados y de las señales
acústicas según las circunstancias, encenderemos el alumbrado ordinario del
vehículo. Conduciremos respetando las normas de circulación haciendo un uso
moderado de nuestro régimen especial, velando por nuestra seguridad y la de los
demás usuarios de la vía tanto de vehículos como de peatones.
En vías de un solo carril.
Para
cada sentido debemos utilizar el carril de la izquierda al adelantar, siempre
que no causemos trastornos a los vehículos que vienen de frente, pues no tienen
espacio para cedernos el paso con seguridad, en estos casos la velocidad tiene
que ser moderada.
En
caso de colapso en ambos sentidos circularemos por la línea divisoria de los
dos carriles siempre que los demás vehículos nos faciliten la maniobra.
En vías de mas de un carril.
En
cada sentido es aconsejable que utilicemos el carril de la izquierda sin
abandonarlo, evitando el cambio de un carril a otro, por la reacción de los
demás conductores puede ser imprevisible, por el consiguiente riesgo para la
circulación.
En
las ocasiones que se encuentre la vía colapsada, si la vía es de dos carriles
circularemos sobre la línea divisoria de ambos carriles para que a los demás
conductores les resulte más fácil maniobrar para facilitarnos el paso al no
abandonar todo el carril. Lo que no es aconsejable es la circulación por el arcén,
pues aunque la circulación pueda ser algo mas rápida, nos podemos encontrar con
obstáculos o incorporaciones de otras vías, lo que hace perder la continuidad
de nuestra marcha.
También
debemos de avisar a los demás conductores de nuestras maniobras por medio de
los indicadores de dirección y de los equipos de megafonía.
Cuando
nos aproximemos a cruces, aglomeraciones, atascos, cambiaremos de tono las
señales acústicas para que los demás conductores se den cuenta de nuestra aproximación;
También cuando el coche que nos precede no nos facilita el paso, al no percibir
las señales acústicas.
Comunicación
de la llegada al lugar y valoración de la escena.
Se inicia las medidas de protección pasiva y activa.
Seguridad propia y del equipo.
A
la llegada al punto de asistencia, se adoptaran medidas de protección con
objeto de garantizar la seguridad propia y evitar nuevas victimas.
Elección del lugar de estacionamiento.
Tener en cuenta tráfico, caminos, riesgos
conocidos. Norma general: Fuera de la calzada o en su defecto en el arden.
1. Domicilio:
-Detener la
unidad en el lugar que permita el correcto desarrollo de la circulación.
-Si se interrumpe
la circulación solicitar presencia policial.
-Desconectar
señalizaciones acústicas (Las luminosas se pueden mantener).
-Conectar
intermitentes de avería.
-Cerrar el vehículo.
2. En la calzada: Delimitar la zona de peligro.
-Cerciorarse de
que los vehículos que circulan detrás se han percatado de nuestra intención de
detenernos (pisando sucesivamente el freno con antelación y conectando los
intermitentes de avería)
-La unidad debe
situarse preferentemente delante del siniestro. Si no hay presencia policial,
deberemos situarla de forma que sirva como barrera física entre el accidente y
los demás vehículos y proteger a los heridos y al equipo actuante.
-Girar la unidad
ligeramente al lado contrario en que esté la puerta lateral del vehículo para
aumentar el área de protección de nuestro equipo.
-Todas las
señales luminosas deben permanecer conectadas.
-Solicite la
presencia policial de no existir esta.
El acceso al
paciente será mucho más fácil y la intervención de nuestro equipo será mucho
menos arriesgada. No obstante, deberá extremarse la precaución al acceder a la
ambulancia (siempre por el lado más externo de la calzada) y desplazarnos por
el arcén usando nuestro vehículo como pantalla.
-Distancia mínima
de accidente: 25 a 30
-Se actúa igual
que en domicilios pero se mantienen las señales luminosas.
Evaluación
de la situación y valoración de riesgos:
-Necesidad del
servicio de intervención.
-Capacidad propia
para controlar la emergencia.
-Riesgos: incendios, derrumbamientos,
explosiones, tóxicos, etc…Es aconsejable estacionar la unidad donde menos trastornos
ocasione, que sea seguro y esté fuera del alcance de otros peligros
añadidos.
-En tal caso lo haremos a una distancia que nos permita desarrollar
nuestra actividad con seguridad.
Apoyos:
Tras valorar la
situación se contacta con el centro CCU para informar de la situación real y
pedir la movilización de los recursos necesarios.
AISLAMIENTO Y CONTROL
Acotamiento
del lugar procediendo al balizamiento de la zona y controlando el acceso de
espectadores.
El técnico en
transporte sanitario deberá:
- Ayudar en el
transporte del material necesario- Ayudar al enfermero en su labor
- Informar al CCU de los datos transmitidos por el médico.
- Controlar a sus familiares
Establecimiento
de medidas de seguridad
1. Seguridad
como punto prioritario en este orden:
1º Equipo de rescate
2º
Victima
3º Observadores
2.
Balizamiento de la zona.
Señales a
150metros a ambos lados del lugar del accidente.
Distancia entre
señales aproximadamente 3 metros
3.
Sectorización de la zona4. Mantener alejados a los curiosos.
Control del escenario
- Rápida evaluación
de la zona y la situación
-
Cuando acudimos a un domicilio tenemos que fijarnos en el entorno:
A
la llegada al lugar del incidente, antes de accederá las posibles victimas, es
conveniente emplear unos instantes en realizar una inspección visual de la situación
y de los alrededor en busca de otros
riesgos que puedan poner peligro nuestra propia vida.Es fundamental establecer las medidas de autoprotección necesarias, incluido el uso de guantes para la prevención de posibles contagios
-Creación de zona de seguridad en caso de múltiples victimas:
Evitaría nuevos
accidentes
Favorece el rescate
Dividido
en 3 Zonas concéntricas alrededor del siniestro:Área de socorro: Donde disponemos el material que utilicemos.
Área de base: Ubicación de las unidades móviles de los servicios de emergencias
Control de las víctimas:
El esfuerzo del equipo debe dirigirse a proporcionar la atención necesaria para ofrecer la mejor oportunidad posible de realizar una completa recuperación.
Se valorará la forma de acceso y la necesidad de rescate o estricación.
Pasos a seguir:
- Acceso a la victima.
-SVA in situ (si lo requiere la victima y el acceso lo permite).
-Liberación.
Excepciones: Situaciones de peligro vital para el accidentado en las que esta indicado un rescate inmediato para alejar al paciente del riesgo lo mas precozmente posible.
Antes
de iniciar las maniobras de rescate, hemos de procurar contactar con las
victimas y buscar su colaboración. Les informaremos de las maniobras que vamos
a realizar y como deben protegerse de ellas o como nos podrían ayudar.
TRIAGE
Clasificación de las victimas en el lugar del accidente. El flujo de las víctimas, es decir el movimiento de los pacientes será siempre en
sentido *anterógrado, en
una sola y única dirección.
Pretende adecuar
las posibilidades *asistenciales a las necesidades surgidas, atendiendo a las
prioridades de atención, técnicas de soporte necesarias y el momento y el medio
idóneo para el transporte de cada victima.
-Maniobra frente mentón,
con
protección espinal si es posible.
_ Inserción de
cánulas oro o nasofaríngea.
_ Posición lateral
de seguridad y Posición antishock siempre que sea segura la sospecha de que no
hay lesión en la columna.
Compresión
externa de hemorragias,torniquetes en situaciones maniobrafrente menton.
extremas.
_ Analgesia
Asistencia precoz
Aplicación de maniobras salvadoras
Determinar el grado de urgencia
Implementar el uso de recursos críticos
Documentar a los pacientes
Controlar el flujo de víctimas
Asignar áreas de atención
Distribuir al personal por áreas asistenciales
Iniciar medidas diagnósticas
Iniciar medidas terapéuticas
Control precoz de las infecciones
Preparar la atención al público
Atención a los familiares
Elementos
determinantes:
- Numero de
lesionados
- Gravedad.
- Edad.
- Distancia y
nivel de los hospitales.
- Recursos
sanitarios en la zona.
- Medios de
transporte disponible.
-
Negra: fallecidos o irrecuperables.
Rojas: Máxima
prioridad, extrema urgencia, situación crítica: compromiso respiratorio, shock,
heridas y traumatismos exsanguinantes.
Amarillos:
Urgencia diferida, lesiones que si no son tratadas, pues en llegar a ser
criticas (TCE, poli-traumatizados, trauma abdominal)
Verde: Leves,
lesiones que no comprometen la vida.
Azul: Moribundo
Hay
varios métodos para clasificar a las victimas pero nos centraremos en el
S.T.A.R.T.
-La primera ayuda que llegue a la zona del
incidente debe indicar a las víctimas que se trasladen a una zona cercana,
fuera de peligro y previamente señalizada, sin forzar a nadie a los que puedan
desplazarse sin ayuda se les asignará una tarjeta VERDE
- Posterior e inmediatamente se procederá a
la clasificación de las víctimas que no han podido desplazarse, no empleando
mas tiempo del necesario. Esta clasificación se hará teniendo en cuenta: la
respiración (B), la circulación (C) y el estado mental de las víctimas (N).
(B)- RESPIRACIÓN.
Si no respira espontáneamente o tras abrir
la vía aérea → Negro
Si respira espontáneamente o tras abrir vía
aérea (tener presente la maniobra frente-mentón)→ ROJO
Determinará frecuencia respiratoria y si
ésta es > de 30→ ROJO y si <de 30 →PASAR A (C)
(C)- CIRCULACIÓN comprobar la perfusión,
valorar el puso radial, si no tienes pulso es ROJO. Si presenta pulso pasaremos
a (N).
Si existiese hemorragia deberemos taponar
el punto de salida, el propio enfermo o con algún lesionado de código verde si
fuese
Posible.
(N)-ESTADO NEUROLÓGICO Se valorará la
obediencia a órdenes sencillas y concretas como por ejemplo: mueve tal miembro
o tal otro, abre y cierra los ojos, aprieta las manos, etc. Y
Si obedece→ AMARILLO
No obedece→ ROJO
SVB y SVA
Conjunto
de técnicas, que tienen por objeto mantener, restablecer o estabilizar las
funciones respiratorias y cardiovasculares.
Comprenden
el conjunto de maniobras que hacen posible la supervivencia del paciente,
evitando añadir nuevas lesiones.
Principales
tratamientos en el lugar del accidente:
-La
atención a la victima tiene preferencia sobre la extracción, excepto que el
retraso en el rescate ponga en peligro la vida de los lesionados.
-Debe
sospecharse la presencia de fracturas de columna cervical en todo paciente
inconsciente o con lesiones por encima de las clavículas.
En la medicina pre-hospitalaria el objetivo
es evitar en lo posible la muerte o agravamiento de lesiones.
Una
vez junto al accidentado o paciente debe realizarse un reconocimiento rápido de
las lesiones, signos y síntomas, por si existe un riesgo vital que obligara a
una actuación inmediata.
Nuestra atención se debe central en el nivel
de consciencia, vías áreas, respiración, circulación y columna vertebral.
Soporte
vital básico (SVB): Maniobras que pretenden sustituir una respiración y
circulación eficaz o evitar su empeoramiento. El soporte vital básico no
requiere equipamiento alguno, sólo personal con adiestramiento.
El procedimiento sistematizado incluye:
—Mantener permeable la vía aérea: maniobra
frente-mentón y maniobra de tracción mandibular; limpieza manual de la vía
aérea y extracción de cuerpos extraños; inmovilización cervical en posición
neutra.
—Asegurar ventilación adecuada: respiración
boca boca o boca-nariz si lo precisa.
—Garantizar una circulación eficaz: masaje
cardíaco externo si lo precisa, compresión directa de puntos sangrantes, posición
de Trendelenburg, inmovilización y alineamiento de los focos de fracturas.
2. Soporte vital avanzado: sigue el
restablecimiento de las funciones pulmonares y cardiovasculares o su estabilización.
Necesita equipamiento y personal específicamente formado para ello.
Comprende las siguientes medidas:
—Control de la vía aérea: intubación
endotraqueal, cánulas faríngeas, etc.
—Soporte ventilatorio: ventilación con
balón de reanimación o respirador automático y en todos los casos con oxígeno
suplementario.
—Soporte circulatorio: cardio-compresores,
canalización venosa, administración de líquidos intravenosos, drogas, analgesia.
3. Soporte vital avanzado traumatológico (SVAT): Completa la atención a
las víctimas con las siguientes medidas:
—Inmovilización y fijación de la columna:
collarines cervicales,
Dama de Elche, tablas espinales, colchón de
vacío.
—Tratamiento d
e lesiones que amenazan la vida: neumotórax abierto, hemo-neumotórax, drenaje con válvula de Heimlich, etc.
e lesiones que amenazan la vida: neumotórax abierto, hemo-neumotórax, drenaje con válvula de Heimlich, etc.
- Asegurar
permeabilidad de la vía área con control cervical y administrar oxigeno a alto
flujo:
- Control de la respiración
- Control
circulatorio y de la hemorragia
- Examen neurológico
- Inmovilización
si fuera necesario
En el primer momento
de contacto con el paciente dirigimos nuestra atención de una manera ordenada a
los órganos que suponen un compromiso vital, y que en la se denomina ABCDE, de
similitud con las áreas reconocidas en los protocolos de reanimación
cardiopulmonar y cerebral.
Priorizamos de mayor
a menor compromiso vital:
A: vía aérea
B: ventilación
C: circulación
D Evaluación
necrológica
E: Exposición
El paciente poli-traumatizado
esta inmerso en un proceso dinámico, debido
al cual puede fallar cualquiera de los órganos o sistemas vitales en
cualquier instante. Ello obliga a revaluar constantemente hasta obtener un
control total de las patologías del paciente o hasta que se encuentre en una
situación estable.
VIA AEREA CON
CONTROL DE COLUMNA CERVICAL
En el primer
contacto con un paciente poli-traumatizado, y mas si esta inconsciente,
consiste en comprobar la permeabilidad de la vía aérea al mismo tiempo que
asegura la inmovilización manual de la columna cervical.
En caso de
obstrucción, se debe inmediatamente liberar, de lo contrario no sirve de nada
continuar con el procedimiento.
Para la apertura de
la vía aérea realizaremos una tracción de la mandíbula, con precaución de que
no se produzcan movimientos del cuello, y no sufrir una mordida- Toda
“respiración ruidosa” es una vía aérea obstruida hasta que se demuestre lo
contrario. El ronquido en alguien que se encuentra inconsciente es propio de un
tono muscular y unos reflejos deprimidos, con una lengua que dificulta la
entrada libre de aire a los pulmones. Recordamos que la primera causa de
obstrucción es la caída de la lengua hacia la *rinofaringe, lo cual provoca el
cierre de la epiglotis y la muerte por asfixia.
-Todo poli-traumatizados
un lesionado medular hasta poder demostrar lo contrario. Por este motivo, al
mismo tiempo que observamos la
permeabilización de la vía aérea debemos
inmovilizar el cuello; tan
importante es la vida como la necesidad de vivirla plenamente.
La inmovilización
cervical se llevara a cabo manualmente, para lo que apoyaremos nuestros
antebrazos en el suelo, y nuestras manos sostendrán con una leve tracción la
cabeza mediante apoyos en mentón y en occipital.
En un segundo
momento dispondremos de un collarín cervical, que evitara la flexo-extensión,
no así la rotación ni la lateralización, con lo que será optimizado con el
control manual hasta poder realizar una inmovilización total sobre una
superficie dura y con dispositivos anti-lateralización.
Debemos tener en
cuenta que a mayor inmovilización cervical
mayor será la dificultad para controlar la permeabilización de la vía
aérea, con lo que debemos ajustar la
tracción del collarín (según la distancia del punto de apoyo en trapecio-hombro
a la mandíbula) a lo que pretendemos; mas inmovilización, o mayor apertura de
la vía aérea a partir de la tracción mandibular.
VENTILACION
Ver, oír y sentir el
patrón respiratorio, manteniendo la inmovilización cervical y la permeabilidad
de la vía aérea. Observaremos como se expande el tórax y como se llevan a cabo
las inspiraciones y espiraciones en su regularidad, frecuencia y amplitud.
En este momento
debemos pensar en traumatismos torácicos que puedan comprometer inmediatamente
esta función, como es el neumotórax a tensión que, de no ser tratado
inmediatamente va a conducir a una parada respiratoria observación de la vía
aérea.
CIRCULACION
En este momento de
la exploración se emplea la palpación de pulso, considerando el pulso radial en
si amplitud y frecuencia. Recordamos que por encima de tensiones arteriales
sistólica de 80mmHg se palpa un pulso radial, si es menor que esta cifra
debemos explorar el pulso femoral que se palpación tensiones arteriales de mas
de 70mmHg, o con palpación del pulso carotideo que es factible palparlo con
tensiones sistólicas de mas de 60mmHg. Este pulso carotideo solo se explorara de
primera intención en caso que al evaluar A y B nos encontremos un paciente en
apnea o parada respiratoria y por lo tanto inconsciente.
El objetivo es detectar la hemorragia
(externa y evidente, o interna y oculta), buscar activamente datos clínicos de
shock, si es posible, identificar el tipo (hemorrágico, cardiogénico, etc.) y
su gravedad, e iniciar el tratamiento lo antes posible.
En el ámbito extra-hospitalario, la identificación del shock es un
diagnóstico fundamentalmente clínico: pulso (calidad, frecuencia y
regularidad), relleno capilar, piel (aspecto, color y temperatura), frecuencia
y trabajo respiratorio y alteración del nivel de conciencia, aunque con
frecuencia suelen estar dotados.
DÉFICIT NEUROLOGICO
Tras evaluar y
descartar patologías de compromiso vital que requieran una reparación
inmediata, hemos de realizar un mínimo examen neurológico que por otra parte es
de obligado cumplimiento en la primera valoración. Este consiste en tres
apartados:
-Valoración del
grado de consciencia mediante la escala de coma de Glasgow.
-Valoración de la
simetría, tamaño y reactividad a la luz de las pupilas.
-Valoración de la
movilidad y sensación táctil de las extremidades.
ESCALA DE COMA DE
GLASGOW
Se valoran tres
parámetros: apertura ocular, verbal y expresión motora. Obteniendo como máxima
puntuación 15/15 y como mínima puntuación 3/15.
La valoración del
GCS parte de la observación del paciente, de una primera estimulación verbal
potente, y una posterior táctil (apretar los nudillos sobre el esternón, tracción
de la mandíbula por debajo del ángulo mandibular), siempre con precaución de no
provocar movimientos cervicales, ni de columna.
El nivel de
consciencia del paciente se valorara atendiendo a la respuesta que esta haga a
los dos niveles de estimulación; con sus ojos, su capacidad de emitir palabras
o sonidos, y a los movimientos de extremidades.
Un GCS de menos de 8
es indicación de control y aislamiento de la vía aérea mediante intubación oro-traqueal.
Hay que considerar esta medida ante el riesgo de aspiración por vomito o por
caída de la lengua al perder tono y reflejos. Es preciso recordar que ante una intoxicación con un traumatismo
craneoencefálico, la precaución nos debe hacer
olvidar como causa de disminución del puntuaje GCS el abuso del alcohol
o /y drogas, considerando como valido el menor puntaje. Considerar siempre que
la alteración de la consciencia se debe a la alteración traumática del SNC,
hasta descartar lo contrario.
Signos de alarma neurológica:
-Anisocoria
- movimientos *anormales
de *decorticación y descerebración ante estímulos.
Hipertensión,
bradipnea y bradicardia
-Pausa de apnea,
trabajo respiratorio o un Glasgow menor
o iguala 8, requiriendo intubación
endotraqueal para asegurar la vía aérea.
Podemos formular, de
entrada, las siguientes preguntas en voz alta:
¿Cómo se encuentra?
Le duele algo?
¿Puede mover las
piernas?
¿Como ha sido?
Cuando alguien se
dirige a nosotros, u oímos voces,
intentamos fijar el lugar del que provienen con la mirada, L apertura de ojos
indica que el paciente recibe e intenta orientarse en el espacio. Puede que los
abra y vuelva a cerrarlos, y requiera un estimulo mas potente como el tacto
para mantenerlos abiertos. O sea incapaz de abrirlos.
Con una respuesta
verbal congruente, el paciente demuestra una capacidad para integrar la
compresión de lo que se le pregunta, con la respuesta verbal adecuada. Esto
significa una buena oxigenación y perfusión cerebral. Desde la desorientación
pasando por la emisión de palabras que no tienen sentido con el contexto o con
las preguntas que se formulan, hasta la perdida d emitir sonidos articulados o
la capacidad de emitir ningún sonido, indica un sufrimiento de manos a mas a nivel del cerebro.
La movilidad se expresara de un modo
voluntario ante las preguntas, o bien localizando el lugar o puntos de lesión.
Cualquier movimiento fuera de estos, se considera patológico, y expresan el
grado de lesión: una extensión de las inferiores (decorticación), un movimiento
de extensión con pronación de las extremidades superiores (descerebración), una
atonía absoluta en el estado de muerte inminente o presencial.
VALORACION DE LAS PUPILAS
Se retraen los
parpados si estos estuvieran cerrados, con los que valoramos el tono muscular,
descartando convulsiones o simulación en caso de mantenerse fuertemente
cerrados.
Hay que
observar el tamaño de las pupilas (
puntiforme, mioticas, intermedias, midriáticas), su igualdad o desigualdad
(iso- o anisocoricas) y la presencia o ausencia de reflejos a la luz (reactivas
o arreactivas).
Aplicando una luz
potente desde el extremo exterior del ojo la pupila, valorando la movilidad o
no de esta, de igual modo repetimos pero fijándonos en la contraria.
Repitiéndose de mismo modo en el otro ojo.
Hemos de tener cuidado,
sobre todo en ancianos, donde pueden existir asimetrías por enfermedades o
cirugías oculares (discorias). En este punto mantendremos en nuestra memoria la
existencia de cuerpos extraños o traumatismos oculares que requieran mayor
atención en un segundo tiempo.
Las alteraciones pupilares
orientan hacia la localización de la lesión.
VALORACION DE LA FOCALIDAD MOTORA
Pediremos al
paciente consciente que movilice las extremidades inferiores y posteriormente
las superiores, preguntándole por dolores en espalda y sensación de parestesia
u hormigueos en extremidades (punta de
los dedos).En cualquier caso ante todo poli-traumatizado y al no disponer de medios de radiodiagnóstico y aplicación de la máxima prudencia, se le considerara lesionado medular hasta su entrega definitiva en el área de urgencias hospitalaria.
Exposición
Al paciente hay que
liberarle de objetos o ropajes que puedan ocasionarle daños. Piense en
collares, pendientes u otros objetos y otros que puedan ocasionar dificultad
respiratoria o estasis cerebral por compresión de yugulares.
En segundo lugar
debemos exponer al menos las zonas que
nos permitan una primera valoración precisa; tórax superior o zonas de sangrado
activo. Se emplearan las tijeras en todo caso que suponga un riesgo la movilización
de paciente. En caso de llevar prendas que puedan desprender tejidos (ropajes
con plumas) o sustancias nocivas se deberán retirar antes de subirlo a la
ambulancia.
En cualquier caso
una vez situado al paciente en un lugar libre de miradas indiscretas, y con ambiente cálido,
se deberá desnudar completamente. Completar la valoración, y poder llevar a
cabo una segunda valoración, precisa y exhaustiva.
Toda esta valoración
no deberá demorarse mas de tres minutos en un accidentado grave, y en todo
momento se mantendrá una evaluación en al menos los tres primeros puntos (A,B,C),
deteniendo cualquier actuación que en ese momento se lleve a cabo por la
estabilización del aparato afecto.
OPTIMIZACION DE LA VALORACION PRIMARIA
Consiste en
apuntalar respiratoria y *hemo-dinámicamente al paciente en un primer momento,
realizando procedimientos de emergencia que asegura la vida.La gama de posibilidades en que nos podemos encontrar a un poli-traumatizado es amplia, de modo que podemos encontrar aquel paciente que se encuentra en GCS 3/15 en situación de shock, hasta aquel otro que manteniendo un GCS 15/15 con una correcta *perfusión periférica presente lesiones que supongan un riesgo nada despreciable (fractura de ramas pélvicas estable). En cualquier caso tras una primera valoración de vemos seguir una serie de pasos que nos suponga cubrir todas las necesidades que pudiera presentar el paciente poli-traumatizado dentro de nuestras posibilidades y medios.
Aislamiento de la vía
aérea
Oxigenoterapia
Acceso venoso.
Vías
periféricas y alternativas
Fluidoterapia,
Analgesia-sedaciónMonitorización
Sondajes
Inmovilización
Tras la valoración inicial del paciente y, normalmente, previa a la realización de la valoración secundaria en la ambulancia, se procederá a la inmovilización de las lesiones del paciente, si aún no se ha llevado a cabo, para su posterior movilización hasta la unidad asistencial.
-Son llevadas a cabo por personal sanitario, en el mismo lugar del accidente.
-Se da una importancia relevante a las
posibles lesiones existentes de la columna vertebral, consideradas las de mayor
gravedad.
-Los dispositivos de inmovilización no
deben ser retirados hasta que no se haya descartado radiográficamente una
lesión.
Si la deformidad se encuentra en la zona
diafisaria del hueso, se tratará de una fractura, pero si se encuentra en las
cercanías de una articulación puede existir dudas y, ante éstas, actuaremos
como si se tratará de una luxación. En este caso, salvo que se este muy seguro,
no se debe intentar la reducción, hasta la confirmación radiográfica.
Para su inmovilización utilizaremos férulas, que tienen como finalidad
inmovilizar las extremidades lesionadas disminuyendo el dolor, la hemorragia y
la presentación de lesiones posteriores.
SEGUNDA
EVALUACIONTras las funciones respiratorias y hemodinámicas, y sin perder de vista la posibilidad de complicaciones, examinaremos al paciente totalmente desnudo desde la cabeza a los pies.
No se debe iniciar nunca la revisión secundaria sin haber terminado la primaria y no se hayan establecido las medidas de resucitación y el paciente demuestre estabilización de sus funciones.
Consiste en una revisión mas detallada y de cabeza a pies, incluyendo nueva valoración de las funciones vitales, con la intención de buscar y encontrar lesiones que han pasado desapercibidas, especialmente en los que permanecen inestables.
Se debe realizar una historia clínica completa (medico) que incluya los antecedentes, alérgicas, toma de medicamento, etc. Y la realización de un examen físico completo. En este aparto se realiza el examen neurológico completo. Revaluación y monitoreo continuo. El paciente traumatizado debe ser reevaluado constantemente para descubrir cualquier deterioro y solucionar inmediatamente el nuevo problema.
Cabeza y cuello
Nos aseguramos que no hay ningún cuerpo extraño que escondido tras el collarín suponga un daño en la tráquea ni en los vasos del cuello (yugulares y carótidas). Hay que prestar atención a collares, pendientes, restos de grava, maleza, etc.
Exploraremos la parte inferior de la mandíbula en busca de incisiones y fracturas. Traccionaremos del maxilar superior en busca de fracturas tipo *LeFort. Exploraremos detenidamente las arcadas dentarias en búsqueda de fracturas o ausencia de dientes. Miraremos y limpiaremos, en su caso, los pabellones auditivos y conductos exteriores en búsqueda de sangre o liquido céfalo raquídeo. Valoraremos marcas cutáneas en fosas orbitarias y mastoides.
Los scalp en adultos supondrán valorar el hundimiento o fracturas del hueso craneal subyacente, un lavado con salino y en todo caso una capelina de sujeción. En infantes y lactantes hay que considerar esta lesión como posible causa de shock hemorrágico, con lo que obliga a su contención desde el primer momento.
TORAX
Volveremos a
explorar las clavículas, esternón y parrilla costal asta lo que podamos en su
cara posterior. Es interesante recordar que, cuando se lleva en camilla de
cuchara al paciente, podemos explorar y limpiar la parte de la espalda que
queda expuesta entre ambas palas. Las fracturas en costillas suponen hipoventilación por dolor, pero aun mas son indicativos de traumatismo pulmonar y de complicaciones como el neumotórax. Palparemos con detenimiento la superficie torácica en busca de crepitantes y superficiales que nos lleven a suponer enfisema subcutáneo por lo que será necesaria una actuación inmediata de drenaje torácico. Hay que comprobar que no haya crepitantes profundos que supongan fracturas óseas y riesgo de daño visceral.
Las fracturas de clavícula son extremadamente complicadas de estabilizar en el medio *extra-hospitalario. Sin embargo, solo supone un riesgo serio las fracturas de tercio interno, al poder dañar la traque o grandes vasos.
Las fracturas de
esternón requieren una considerable cantidad de energía, y nos deben poner en aviso
de posibles daños en mediastino, tales como roturas de vasos coronarios que
supongan taponamiento pericárdico.
ABDOMEN
Siempre debemos
estar atentos al abdomen en tabla. Mas
aun cuando hay traumatismo abdominal. Es *excoriaciones, laceraciones, objetos
penetrante con una situación de baja
perfusión tisular sin observar sangre, ni deformidad en áreas de huesos largos,
ni en tórax, supone un sangrado abdominal. Todo cuerpo que penetre en cavidad
abdominal será fijado asta valoración y tratamiento quirúrgico.
PELVISComo siempre daremos suma importancia al dolor aquejado por el paciente, y asta que no se demuestre lo contrario será interpretado como fractura. Nos fijaremos en la simetría de las crestas iliacas y apófisis espinosas anteriores, como en la longitud y postura de las EEII. En caso de no observarse asimetría, palparemos con cuidado la pelvis y cadera, teniendo en cuenta el dolor como limite a nuestra intervención. Hay que prestar atención al anillo pélvico, si este es desplazado ante una hemorragia puede suponer un resangrado y un agravamiento de la situación hemodinámica del paciente.
EXTREMIDADES
Valoraremos la movilidad pasiva y activa, de las grandes articulaciones, y la existencia de fracturas abiertas, considerando como tal toda aquella que se presente con una solución de continuidad de la piel, aun cuando no se muestren fragmentos, ni partes óseas.
No debemos reducir
ni fracturas ni luxaciones. Alinearemos con sedo-analgesia en las situaciones
que se requieran para poder movilizar y trasladar, así como para mantener una
perfusión periférica optima o evitar un daño neuronal.
Si existen fracturas de miembros, se
comprueban pulsos dístales a la lesión, se alinean las extremidades y se
comprueba de nuevo la existencia de pulsos.
Inmovilización de las fracturas mediante
férulas.
En amputaciones de miembros, éste se
conserva introduciéndolo en una bolsa seca hermética que se pondrá en un
recipiente con agua de hielo (4º C). Deberemos cohibir la hemorragia
comprimiendo de forma directa la raíz del miembro. En caso de no tener éxito,
puede recurrirse a un torniquete.
– Ante miembros atrapados con dificultad
circulatoria (aplastamiento), se debe tener cautela al liberarlos, pues se
sueltan a la circulación general productos tóxicos derivados de la necrosis
tisular, que suelen ser nefrotóxicos (síndrome de aplastamiento).
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